Nuestra huelga continúa y en solidaridad con los trabajadores de La Canadiense, trabajadores de servicios de agua y gas de Barcelona se han unido a la causa. De este modo, los servicios en la ciudad no están garantizados. Las casas de los burgueses no tienen ni agua, ni luz ni gas. Así sabrán cómo se vive sin recursos como hacen para vivir los trabajadores explotados. Con esta presión esperamos que nuestras exigencias sean satisfechas, y continuaremos de este modo.
La Vanguardia menciona ahora el clima de preocupación de los políticos, que parece que al fin toman consciencia de la situación. Pese a las medidas que han intentado llevar a cabo para restablecer los servicios, no han sido eficaces gracias a nuestra determinación. Repetimos, como dijimos ayer: NO ACUDIREMOS A NEGOCIAR HASTA QUE SE ACEPTEN NUESTRAS EXIGENCIAS.
Las fuerzas de represión se ven ahora desbordadas y piden al gobierno un aumento de sueldo. ¿Morderá el perro la mano de su dueño?
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