Ayer día 25 siguieron las continuas detenciones realizadas por el cuerpo militar. El primer sector que se echó en falta fue el de la panadería, pues esa misma noche solo amasaron pan los patrones, ayudados por algunos familiares. Esa fue la justificación que se dio desde el gobierno para ejecutar sin cesar las múltiples detenciones ya mencionadas. Como legítima protesta, los obreros cortaron el suministro de energía por la tarde, hecho que tanto el gobierno como la prensa se esforzaron en ocultar, pues evidentemente revelaría su fragilidad e incompetencia. Esto se vio reflejado en La Vanguardia, por ejemplo, que con las mismas palabras que el gobierno central no reconoció ninguna acción que llevara a la conclusión de que el proletariado dominaba la situación.
La culminación de esta evidente unión entre el gobierno y los medios de comunicación se mostró cuando el capitán general del ejército expresó su satisfacción por el apoyo que encontró en los periodistas para resolver todos los posibles conflictos. Y por si fuera poco, después de reconocer que se han realizado más de sesenta detenciones en el sector de la panadería, otras más de algunos huelguistas que se manifestaban, y muchas más de civiles que circulaban de noche por la ciudad. La Vanguardia mintió, y se dedicó a difundir rumores falsos sobre unos supuestos enfrentamientos en los sectores sindicalistas. Desde aquí afirmamos que el sector sindicalista está más unido que nunca y que aprovechará el dominio que posee de la situación para conseguir sus fines.
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